sábado, 2 de mayo de 2009

LA VENGANZA

Apostaban dos ateos cual de los dos era el más perverso.Uno declaró no haber ayudado a un ciego a cruzar la calle cuando pasaban dos niñatos motoristas a toda velocidad. El cieguecito cruzó solo y los motoristas se desnucaron.El otro reflexionó: En un banquete de bodas, cuando se casó mi padre,todos comieron faisán, caviar y ostras almendradas, yo sólo comí lentejas para avergonzarle. Fue mi venganza más terrible y perversa. Mi padre no lo superó, treinta años despues de la boda, murió a causa de una muerte.

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