Si en el azar de las cosas por venir
te recoges como se ahinoja un camello
se inclina un penitente
o se humilla una beata
si en el soplo del destino ajeno
te escondes en la trinchera
como se guarece un lagarto
o se oculta un descuidero
si renuncias transitar incómodo
y buscas un caballo para avanzar mejor,
o en tu montaña un teleférico
si sólo miras par ver
y nunca para que te vean
si sólo coges aquello que te place
y rechazas el dolor que no conviene
si sólo besas para besar
y nunca para ser besado
y abrazas sólo para ser querido
y sólo hablas para ser oído
y sólo escuchas para poder hablar
y rodeas las piedras del camino
dejándolas donde están.
y sólo lloras para tu consuelo
y sólo sufres para contigo
y sólo amas por la tarde
sin olvido
entonces sí,
lamenta el haber vivido.
lunes, 23 de agosto de 2010
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Desde luego, laméntalo! Y lamenta también no haber amado, no haber sido generoso, no haber encontrado la forma de acercarte al otro, a los otros. Laméntalo! (¿El lado oscuro del corazón...em recorda?) Isabel.
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