Supongamos que no existes,
que la noche y los días carecen de preguntas.
Supongamos que los niños perdieron su sonrisa.
Supongamos que no hay sueños,
que las calles son peldaños,
que la brisa y las miradas son mentira.
Supongamos que mis manos nunca aciertan,
Supongamos que la vida es un preludio,
una espera sin sentido,
una senda sin refugio,
un camino sin destino.
Supongamos, por ejemplo,
que los gritos y las aves
son llamadas sin respuesta.
Supongamos que los muertos ya no existen
que los tiempos agonizan
que las nubes distraídas
olvidaron decadentes calendarios
entonces
seremos torpes dioses asombrados
habitantes del Olimpo.
jueves, 10 de septiembre de 2009
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Y.....por suponer, supongamos.
ResponderEliminarSuponhamos então tudo que mencionas e tudo o que deixas de mencionar...suponhamos que somos deuses!
ResponderEliminarAbraço de peito aberto
BIA