jueves, 19 de mayo de 2011

EL MAR DE LOS SARGAZOS




Me duele la escarcha
de este silencio que me llega sin decir nada.

Me apaño en un avispero de palabras olvidadas.

Si sacudo los brazos con energía
esparzo a mis pies memorias y algún recuerdo

que

como gigantes en el mar de los Sargazos
se hunden inexorables en el descuido.

La primavera asesinó impunemente
el aire helado de las mañanas
y ya no es posible
acurrucarse junto al fuego
y dormir plácidamente sin nada que soñar

1 comentario:

  1. A pesar de la inhóspita primavera, siempre hay sueños que nos asaltan impunemente, para que podamos recoger amablemente nuestra memoria y algún recuerdo esparcido por aquí y por allá, lejos del mar de los Sargazos. Isabel.

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