Un hombre cabizbajo
se daba golpes en el pecho
por los pecados cometidos en su juventud.
Satanás se frotaba las manos
y en el cielo se rasgaban las vestiduras.
Tantos golpes se dio.
que al fin falleció de una angina de pecho
sin haber redimido nada.
sábado, 2 de mayo de 2009
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