sábado, 2 de mayo de 2009

UNA PUTADA

Dos almas gemelas
se enamoraron en el purgatorio.
Era un amor tardío pero apasionado, loco, ciego.
Entre llamas y lamentos
se buscaban todas las tardes sobre las cinco.
Sólo un pequeño detalle
oscurecía su idilio eterno:
carecían del sentido del tacto.

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